lunes, 19 de diciembre de 2011

Posiciones, opiniones, talentos y vocaciones

Una visión perpleja

La vida humana está llena de contradicciones. Por ejemplo, como explicaba en el anterior post, cada persona vivimos con la certeza de nuestro punto de vista, más o menos funcional. Ahora bien, hay aproximadamente 7000 de personas con otros tantos puntos de vista... Primeramente, porque lo que tienen en común esos modelos de realidad, esos mapas o posiciones existenciales, es un cierto grado de funcionalidad, es decir: me permiten alimentarme, relacionarme, tener un sentido de valor y algún significado coherente de la propia existencia. Por ejemplo: yo (un señor) puedo creer que el mundo es un lugar amenazador y cruel. Leeré el periódico, puede que elija el más sensacionalista, con opiniones ya parecidas a las mías, que me hará decir, confortado: “¿Ves? ¡Tenías razón, cerebrito mío!” Cuando me encuentre con un amigo, estaré pendiente de cualquier intención hostil o malintencionada. Cuando mi amigo se harte de mi actitud, y riñamos, diré de nuevo, “¿Ves?¡Tenías razón, cerebrito mío!”. Eso también me ayuda a definir una identidad, una forma de diálogo con el mundo. Seré “un superviviente”, “una víctima”, “un exitoso”, o lo que sea.


Una trampa sutil... pero inexorable

La sensación de seguridad, el “chut” de endorfinas es tan grande, que con frecuencia sacrificaremos las evidencias en contra, con tal de poder vivir con esa paz y significado (paz y significado necesarios, por otra parte, para pensar y actuar con claridad): Una noticia de una iniciativa solidaria será “poco realista”, un gesto generoso de un amigo será “una maniobra manipulativa". Las sensaciones y emociones propias o de otros, serán subestimadas o interpretadas como amenazas. Así, como una espiral fractal, nuestra visión de la realidad incuestionada nos lleva a las evidencias que la confirman, torciéndola cada vez más.d Puede parecer exagerado, pero si pensamos en las guerras ideológicas, en la separación de los grupos sociales concluiremos que puede que convenga tener más en cuenta estas limitaciones del pensamiento.


Hay alternativas?

Esta separación del otro, este extrañamiento, nos lleva a segregarnos en grupos de afinidad, y a despreciar las opciones de otros grupos. Se convierten en “otros”, como si no fuesen realmente seres humanos, esencialmente parecidos a mí. Una “vacuna” podría ser reflexionar a menudo sobre nuestra condición común, nuestros anhelos comunes, nuestros límites comunes. También, cultivar la curiosidad, las ganas de saber, de conocer sin juzgar. Un proceso de autoconocimiento como el que nos proporciona la terapia Gestalt, por ejemplo, también nos ayuda a reconocernos en todas las luces y las sombras de las demás, a ver cómo de substancialmente tenemos una naturaleza idéntica, al tiempo que una individualidad insalvable (otra paradoja de la naturaleza humana). En mi primer post hablaba de un ideal, el de permitir que cada persona desarrollara sin obstáculos su propia naturaleza. Y bien, podemos comenzar desde ahora a enriquecer nuestra perspectiva.


"Riqueza de percepciones", mejor que “La Posición Correcta"

Lo explico con un ejemplo doble: Caso A: - Juana, te presento a Pepe. Pepe es (seminarista/testigo de Jehová/burgés/conservador... lo que se os ocurra). Pepe, te presento a Juana. Juana es (feminista / filosionista / obrera / marxista-leninista...). Una turbia nube aparece en la conversación. La comunicación, o bien se esfuma, o se vuelve superficial, o se torna amarga disputa. Lo más desconcertante es que los seres humanos somos capaces de crear grupos (y enfrentamientos) no sólo de posiciones grandilocuentes, como la política o la religión, sino de aquello más insignificante: ¿Eres del Barça o del Madrid? ¿De Zara o de Burberry's? ¿Del barrio de arriba o del de abajo? De Barbie o de Nancy? De Windows, Mac o Linux? Caso B: - Melinda, te presento a Florindo. Florindo hace (tai-chi / murales artísticos / gimnasia sueca / canto coral...). Melinda hace ( retratos al óleo / kárate / canta ópera / yoga). Una eléctrica fascinación aparece: -¡Qué interesante eso que haces! Te debes sentir realizada haciendo eso. ¿Qué técnica utilitzas? Al final de la conversación, deseamos a la otra persona que siga en esa línea, que haga su contribución a la mente colectiva desarrollando su afición, y nos sentimos enriquecidos por el intercambio. Hemos entendido que, cada uno a su manera, hemos encontrado nuestra vía, la forma de expresar nuestros talentos. Ni nos pasa por la cabeza que la actitud del otro sea una amenaza a la realización de mi camino, al contrario, es inspirador ver a alguien que sigue su vocación, nos estimula para seguir la nuestra. Somos iguales haciendo cosas distintas.


Conclusión

Diréis, ¡no es lo mismo!: en el caso de la política, está la gestión de los recursos finitos, “la discusión por el duro”. Y aún, cuestiones atávicas de pertenencia a la tribu, como en las clases sociales o los equipos de fútbol. Pero, ¿Cuánto no ganaríamos si nos tomáramos las posiciones vitales de otras personas como el camino que ellas tienen que recorrer? Mientras rondaba para darle forma a esta entrada, un amigo publicó en Facebook esta imagen, que me parece que expresa con brillantez lo que quería decir:
(Las personas tomamos diferentes caminos buscando plenitud y felicidad. Sólo porque una persona no siga tu mismo camino, no significa que se haya perdido)

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